El Ecoturismo se puede definir sencillamente como un viaje que respeta profundamente las culturas y recursos naturales de las zonas visitadas, buscando garantizar en el tiempo sus condiciones originales. Este tipo de vacación también toma en cuenta la responsabilidad sobre impactos directos o indirectos que el viaje genera, en el sitio de origen, en el sitio de visita, o en los sitios ubicados en la ruta. Dicho de otra forma:
Una de las dudas más comunes que se genera ante el Ecoturismo, surge cuando se cree que éste solo tienen que ver con parques nacionales, vida silvestre y paisajes naturales. Error que ha sido reforzada por triviales campañas de mercadeo, que no le dan al término su significado real. Sin embargo, el verdadero peso de esta definición involucra al hombre y a sus productos culturales. Contempla al mismo individuo que forma parte activa de los ecosistemas del planeta, cuya actuación puede beneficiar o afectar gravemente a los recursos naturales o culturales. El hombre es un animal que modifica profunda y radicalmente su ambiente natural, en consecuencia, cultura y naturaleza están íntimamente relacionadas, mucho más allá de lo que es evidente, y el Ecoturismo se basa en esa relación ancestral y profunda entre el hombre y su entorno natural. Por otro lado, debe convertirse en una actividad rentable, de manera que garantice un uso sostenido de los recursos sin implicar su destrucción o modificación sustancial. Otras definiciones que aplican a esta actividad se han utilizado: turismo ambientalmente responsable, turismo de naturaleza o turismo sustentable. Cualquiera sea la denominación, el fin primordial es el mismo: un viaje de bajo impacto ambiental y cultural.